¿Pensamos en cómo nos comunicamos?


Es evidente que los seres humanos somos seres sociales, lo cual implica la interacción continua con todos aquellos que nos rodean en nuestro entorno. Y es en esa constante relación donde la comunicación adquiere un papel fundamental, puesto que es la herramienta a través de la cual intercambiamos información. Por tanto, nuestra forma de comunicarnos es un factor que incide tanto en nosotros mismos como en nuestros receptores, repercutiendo por tanto en nuestra calidad de vida.

Al contrario de lo que muchos piensan, la comunicación no sólo se reduce a las palabras sino que a su vez, las personas somos capaces de comunicarnos mediante gestos, posturas corporales, la mirada, el tono, los silencios…es decir, la comunicación engloba al llamado componente verbal (palabras habladas y escritas), el componente no verbal (posturas, distancias, gestos, miradas) y el componente paralingüístico (silencios, tono, ritmo).

Pero ¿nos hemos planteado alguna vez cómo nos comunicamos?. Piensen en la de veces que cuando alguien nos está relatando alguna historia, apenas le hemos estado prestando atención o le hemos interrumpido con asuntos personales o incluso hemos estado pendientes de otras cosas…¿cómo se habrá sentido nuestro interlocutor?; y si hubiera sucedido la situación contraria, ¿cómo nos hubiéramos sentido nosotros?.

La importancia del proceso comunicativo y las técnicas con las que mejorarlo, constituyeron el objeto del primer módulo de Habilidades Directivas de la Universidad de Huelva, en el que Dña. Marisa Oviedo nos hizo reflexionar acerca de la importancia de comunicarnos correctamente siendo asertivos, es decir, siendo capaces de manifestarnos como somos, diciendo lo que pensamos y sentimos sin provocar en la otra persona conductas agresivas, de rechazo o huida. A priori parece sencillo, pero lo cierto es que en muchas ocasiones nuestro estilo comunicativo deriva hacia la pasividad o la agresividad, generando en nuestros receptores emociones y sentimientos negativos.

Debido a su importancia, se presentan a continuación una serie de técnicas propuestas por la ponente que nos permitirán desarrollarla:

- Disco Rayado: repetir insistentemente nuestro deseo razonable sin distraernos ni desviarnos, evitando las manipulaciones y manteniendo un tono de voz y compostura adecuada. Piensen en los consejos de los padres…resultan ser un claro ejemplo.

- Banco de Niebla: se refiere a mantener el control cuando alguien nos provoca, de manera que “no le entremos al trapo”. Muchos conflictos se evitarían si pusiéramos en práctica esta técnica.

- Aserción Interrogativa: preguntar para clarificar una opinión o un posicionamiento negativo. Mediante el uso de preguntas, podemos incitar a la autorreflexión: ¿no crees que...?; ¿qué es lo que te hace pensar…?.

- Autorrevelación: dar a conocer algún aspecto, sentimiento u opinión de nosotros mismos nos permite acrecentar la empatía, la cercanía y la confianza con otras personas, ya que de esa forma, le demostramos que a nosotros también nos suceden cosas y sentimos emociones similares a las de ellos.
- Aceptar el error: asumir que nos equivocamos genera un sentimiento positivo en nosotros mismos y en los que nos rodean, lo cual nos satisface.

- Saber decir NO: puede resultar difícil en muchas ocasiones pero nos evitará hacer cosas que realmente no queremos y sentirnos mal con nosotros mismos.

- Diálogos interiores y visualización: es muy recomendado que antes de enfrentarnos a determinadas situaciones (tratar un problema con un amigo, hablar de un tema susceptible, acudir a una cita, etc.), nos imaginemos en ese momento y nos preparemos, para que cuando tenga que darse esa situación concreta, ya estemos dispuestos para ello (qué voy a llevar puesto, cómo voy a iniciar la conversación, qué cosas le quiero decir, qué quiero conseguir en ese encuentro, etc.).

- Manifestar los sentimientos negativos: de esa forma se evitan conflictos y el resentimiento.

- Aceptar los elogios y reconocimientos: cuando alguien nos felicita por algo debemos agradecerlo. Esto nos permitirá establecer una relación de confianza.

Resulta conveniente que seamos flexibles para adaptarnos a cualquier tipo de situación y de interlocutor. Además, no podemos olvidar que tiene que haber coherencia entre el componente verbal, el no verbal y el paralingüístico, de manera que nuestro ritmo, gestos, mirada, posturas, silencios, tono de voz, etc. sean acordes a los que estamos contando o nos estén relatando (no resulta asertivo estar sonriendo si nos están contando algo triste; o interrumpir cuando alguien se está desahogando de cuestiones personales).

Las técnicas que podemos emplear para mejorar nuestra comunicación, lo cual redunda en nuestro bienestar, son múltiples. Aquí sólo hemos expuesto algunas que son importantes y que con un poco de esfuerzo diario podemos entrenar para mejorar nuestros procesos comunicativos.

Todos tenemos al alcance de nuestra mano el hacernos la vida un poco más fácil y agradable cuando interactuemos con los demás, así que reflexionemos…

 “La capacidad de vender, de comunicarse con otro ser humano, cliente, empleado, jefe, esposa o hijo, constituye la base del éxito personal”        
Robert Kiyosaki

Ingredientes para lograr un gran reto


Los primeros pasos de una tesis doctoral constituyen el inicio de un largo camino al cual apenas se le ve su final. Inicialmente te enfrentas a temas que, como bien me dijo el Profesor de la Universidad Complutense de Madrid Don Francisco Gil, “al principio te dominarán a ti, pero llegará un momento en el que tu los domines a ellos”. En sus palabras de aliento durante las II Jornadas de Liderazgo organizadas por la Cátedra General Castaño en Sevilla en las cuáles coincidimos, él me hizo ver que la obtención del título de doctor supone un reto apasionante en el que la investigación alcanza su máxima, permitiendo lograr nuevos avances en el conocimiento de cualquier disciplina.

Cuando uno se plantea emprender este camino, le surgen dudas de todo tipo que continuamente le atormentan y perturban, haciéndonos dudar de las propias capacidades y actitudes con las que alcanzar la ansiada meta. No es algo que se obtenga a corto plazo, y quizás éste sea su gran inconveniente, puesto que desgraciadamente nuestra sociedad está acostumbrada a la obtención de los éxitos en un periodo de tiempo más bien breve, de manera que todo aquello que conlleva un cierto horizonte temporal prolongado, se “aparca” por otras cosas más inmediatas. Por tanto, el primer ingrediente que se requiere para hacer una tesis es la Paciencia, la cual no sólo resulta ser necesaria en cuestiones laborales, sino que a día de hoy especialmente, ha adquirido un importante valor en la esfera personal y psicosocial.

Pero no sólo se requiere Paciencia. Para todos aquellos proyectos que iniciamos en nuestra vida es imprescindible que perfilemos cuidadosamente el objetivo final que se pretende lograr. Por tanto, ¿para qué queremos hacer el doctorado?, ¿por ampliar mi currículum?, ¿por lograr reconocimiento académico?, ¿por interés en profundizar en algún área de conocimiento?....Estas cuestiones determinarán la calidad y la validez de nuestra investigación, pero además, el objetivo servirá de faro que ilumine el camino cuando se vuelva tenebroso y oscuro. A lo largo del sendero del doctorado, acaecen múltiples vicisitudes y contratiempos que hacen tambalear las ideas iniciales y modificar lo que inicialmente sirvió de germen del proyecto. Por ello, el segundo ingrediente imprescindible a mi parecer es tener un Objetivo concreto que sirva de motivación y de causa de nuestro trabajo hacia la satisfacción de la necesidad de obtención de la mención de doctor y que nos empuje ante las incidencias que vayan surgiendo, manteniendo nuestra conducta de forma firme y sostenible.

Pero quizás, el componente más importante en este largo caminar sea el Apoyo Social. En los años 80, Karasek lo consideraba como elemento moderador fundamental ante los efectos del estrés, el cual a grandes rasgos, aparece cuando la persona percibe que no dispone de recursos suficientes para hacer frente a las demandas que se le solicitan. Según esto, el camino de la tesis implica en ciertas ocasiones padecer los efectos de esta situación, en la que o bien por problemas que van surgiendo, por desánimos, por los plazos temporales o bien por otras circunstancias, nos vemos inmersos en periodos en los que el estrés se convierte en nuestro compañero de viaje. Y es en ese momento, donde el apoyo social tiene más fuerza y relevancia puesto que adquiere la función de “motor” que nos motiva a continuar hacia la consecución de nuestro objetivo. La familia, la pareja, los hijos, los amigos, los compañeros de profesión, todas aquellas personas que nos rodean y que se alegran ante nuestro éxitos, forman ese círculo de apoyo imprescindible. Ellos, por propia experiencia os digo, son los que  verdaderamente te incitan a seguir luchando por alcanzar los sueños, que en forma de objetivos y retos, van marcando nuestro devenir.

Según lo expuesto, no quisiera finalizar transmitiendo una visión negativa o desesperanzadora para todos aquellos que se estén planteando o hayan iniciado un reto importante en sus vidas, como la tesis doctoral en mi caso (lo cual no es para nada mi intención), sino que he pretendido ofrecer mi visión de los ingredientes necesarios para enfrentarnos a ellos, sean cuáles sean. El desarrollo de la paciencia, la definición de objetivos y el contar con apoyo social, nos permitirá ir recorriendo el camino que nos lleve a alcanzar la meta, aunque inicialmente no seamos capaces de verla.

Quisiera concluir ofreciendo el ánimo y el entusiasmo necesario para lograr todo aquello que nos propongamos en nuestra vida, pues “Para triunfar en la vida, no es importante llegar el primero. Para triunfar simplemente hay que llegar, levantándose cada vez que se cae en el camino”.